Tan "sólo" una fase en el desarrollo del control inhibitorio...

En 1996, Adele Diamond y Colleen Taylor publicaron un estudio acerca de las diferencias del desarrollo en el desempeño en dos pruebas que evalúan control inhibitorio (una función ejecutiva). Veamos más en detalle de qué trata este fundamental estudio.

Introducción
Luria desarrolló varias tareas que requieren tanto la habilidad para mantener dos cosas en la mente como la habilidad para ejercitar el control inhibitorio sobre el propio comportamiento. Una de tales tareas requiere que los sujetos golpeen suavemente sobre una mesa una sola vez cuando el experimentador ha golpeado dos, y dos veces cuando el experimentador lo ha hecho una sola vez. En esta tarea el sujeto debe recordar dos reglas e inhibir la tendencia natural a imitar lo que el experimentador hace.

El hecho de que la habilidad para mantener dos cosas en mente y la habilidad para inhibir respuestas prepotentes parezca mejorar entre los 3 y los 6 años de edad, llevó a Diamond y Taylor a predecir que encontrarían una mejoría entre estas edades en el desempeño de niños en la tarea de tapping (golpes suaves) de Luria, la cual requiere ambas habilidades.

Método
Ciento sesenta niños sanos, nacidos a término, participaron en el estudio de Diamond y Taylor, con 20 niños en cada grupo de edad: 3,5; 4; 4,5; 5; 5,5; 6; 6,5 y 7 años. Inicialmente, las investigadoras incluyeron niños de 3 años, pero no pudieron seguir evaluándolos porque la tarea pareció ser muy difícil para ellos: la mayoría fallaban al pre-test o no podían "engancharse" en la tarea. Noventa y tres de los sujetos de la tarea de tapping también fueron evaluados en la tarea tipo Stroop "día/noche". 

Las reglas para la tarea [de tapping] fueron las siguientes: inmediatamente después de que el experimentador golpeaba una vez con un palito de madera (22,5 cm de largo y 2,5 cm de diámetro), el niño tenía que golpear dos veces con el palito, e inmediatamente después de que el experimentador golpeaba dos veces, el niño debía golpear una sola vez. 

Cada sesión consistió de una serie pseudo-randomizada [casi aleatoria] de 16 ensayos; cada ensayo estaba compuesto por el golpe del experimentador y la respuesta del sujeto. El experimentador golpeaba, luego entregaba el palito al niño para una respuesta, después de la cual el niño devolvía el palito al experimentador. 

Diamond y Taylor explican que sólo usaron un palito para ambos, para que ni el niño ni el experimentador empezaran a golpear antes de que el otro hubiera terminado. Durante el test no se dio retroalimentación [de su ejecución] al niño. La latencia de respuesta fue codificada a partir de registros de video.

En la tarea "día/noche" (Gerstadt, Hong, & Diamond, 1994), a los niños se les mostró una tarjeta negra con estrellas y se les pedía decir "día" y una tarjeta blanca con un sol brillante y se les pedía decir "noche". Esta tarea requiere una respuesta verbal a un estímulo visual, mientras que la tarea de tapping requiere una respuesta motora a un estímulo visual y auditivo. Ambas tareas consistieron de 16 ensayos, presentados en un orden pseudo-randomizado.

Resultados
Tarea de tapping

  • Los niños más grandes se desempeñaron significativamente mejor en esta tarea que los niños pequeños (en el porcentaje de respuestas correctas). La mejoría más grande en el porcentaje de respuestas correctas ocurrió entre 3,5 y 4 años de edad, con una diferencia de 17%.
  • Disminución significativa en la latencia de respuesta a lo largo de las edades. 
  • El desempeño se deterioró en el curso de una sesión. Es decir, los niños dieron respuestas más incorrectas en los últimos ensayos que en los primeros. Este patrón se presentó en todas las edades. 
  • Excluyendo los niños de 3,5 años, quienes se desempeñaron pobremente en todo, el declive en el desempeño en el curso de una sesión (o sea, la diferencia entre el porcentaje de respuestas correctas en los primeros cuatro y en los últimos cuatro ensayos) fue más evidente en niños pequeños; los niños más grandes fueron más capaces de sostener un alto nivel de desempeño a lo largo de toda la tarea.
  • No hubo una correlación significativa entre el porcentaje de respuestas correctas y la latencia de respuesta [qué tan rápido respondieron] en general. 
  • El error más común fue siempre golpear una sola vez o siempre golpear dos veces, sin tener en cuenta lo que hacía el experimentador. Seis de los niños entre 3,5 y 4 años imitaron lo que el experimentador hacía, en vez de hacer lo opuesto, como se les dijo. Este error no estuvo presente en ningún niño mayor de 4 años.

Resultados de la tarea de tapping para los 93 sujetos evaluados en ambas tareas
Debido a que los niños que fueron evaluados también en la prueba de "día/noche" -la cual se aplicó antes de la tarea de tapping- se desempeñaron de manera comparable a los niños evaluados sólo en el test de tapping, es poco probable que la experiencia previa con el test de "día/noche" tuviera mucho efecto en el desempeño en el test de tapping.

Comparación de la ejecución entre los tests de tapping y "día/noche" para los 93 sujetos evaluados en ambos
Diamond y Taylor encontraron que la tarea de tapping fue más sencilla para los niños que la tarea tipo Stroop de "día/noche", tal que los niños tuvieron significativamente más ensayos correctos en la tarea de tapping que en la de "día/noche". 

A los 4,5 años de edad, los niños estaban comenzando a desempeñarse mejor en la tarea de tapping que en la de "día/noche" y la diferencia fue mantenida esencialmente por los siguientes dos años y medio. En especial, en las dos edades menores (3,5 y 4 años) los niños fueron más capaces de sostener un buen desempeño en la tarea de tapping, mientras que la ejecución en la tarea de "día/noche" se deterioró más en el curso de una sesión.

Discusión
En el período de 3,5 a 7 años, los niños mejoraron, tanto en exactitud como en velocidad, en la tarea de tapping, con casi toda la mejoría ocurriendo alrededor de los 6 años. A lo largo de este rango de edad, los niños tuvieron más respuestas correctas en los primeros, que en los últimos ensayos, con el "deterioro" en el desempeño -desde los primeros cuatro ensayos a los últimos cuatro- más evidente entre los más pequeños. A lo largo de ese rango de edad, los  niños respondieron más lentamente en los primeros ensayos, pero lo hicieron más rápido a medida que la sesión progresaba.

Diamond y Taylor piensan que los niños más grandes se desempeñan mejor en la tarea probablemente (a) porque su memoria es "mejor", (b) porque tienen mayor probabilidad de usar la estrategia de reducir las dos reglas a una (hacer lo opuesto a lo que haga el experimentador), o (c) porque tienen mayor control sobre su comportamiento y entonces pueden alternar más flexiblemente entre dos acciones.

Algunos de los errores de los niños parecen reflejar más claramente un inadecuado control inhibitorio. Por ejemplo, un error común entre los niños más pequeños fue la incapacidad para resistirse en golpear muchas veces, en vez de sólo una o dos.

Finalmente, mencionan Diamond y Taylor, aunque la tarea de tapping mostró ser más sencilla para los niños (quizás debido a la demanda inhibitoria menos severa o a la práctica más larga), hubo una fuerte similitud en el desempeño de los niños en las dos tareas.

Conclusión
Diamond y Taylor concluyen que cambios importantes en las habilidades de control ejecutivo parecen estar ocurriendo entre los 3 y los 7 años de edad y que la mejoría, en el desarrollo, en las pruebas de tapping y de "día/noche" parecen capturar bien esos cambios.

Referencia:
Diamond, A. and Taylor, C. (1996). Development of an Aspect of Executive Control: Development of the Abilities to Remember What I Said and to “Do as I Say, Not as I Do”. Developmental Psychobiology, 29 (4). pp. 315-334.


Comentario
Bien, esta fue la presentación del artículo de hoy. Muy interesante, me parece. Lo quise "traer" porque nos da a conocer una (o, mejor, dos) herramienta para evaluar el desarrollo de las funciones ejecutivas, específicamente, el desarrollo del control inhibitorio. Como lo mostraron las investigadoras, niños de un rango de menos de 4 años se diferencian enormemente en su desempeño en control inhibitorio. En particular, un cambio hacia la mejoría se da alrededor de los 6 años de edad; aunque parece haber una diferencia importante entre los 3,5 y los 4 años. 

Qué permite ese cambio -en términos cerebrales- o para qué se da es materia de bastante investigación en distintos campos del desarrollo humano, incluida la neurociencia. En todo caso, gracias a este trabajo, sabemos de instrumentos de medición básicos para las funciones ejecutivas y el control inhibitorio en particular. Además, tenemos base para creer que mucho antes de lo que siempre se creyó era la edad del "uso de razón" -los 7 años-, ya el cerebro de los niños está "luchando" para establecer conexiones que le permitan "controlar" o regular el comportamiento motor. ¡Y aún hay muchas cosas más por entender! Tal parece que nunca será suficiente...


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